Pedro R. Dabauza. Una vida dedicada al Budo.

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XII CONVENCIÓN ANUAL - 2007


Altos grados asistentes al evento.

 DVD de la XII Convención:

Con la participación de numerosos budoka de diversos países: Santiago Sanchís 10º Dan Jukaikido, Juan Díaz 10º Dan Kaisendo, Franz Knalf 8º Dan Ju Jutsu, Charlie Lenz 8º Dan Ju Jutsu, José Luis Isidro 8º Dan Kenkido, Antonio Enjuto 8º Dan Ju Jutsu, Raúl Gutiérrez 8º Dan Kenpo, Luis Fernando 7º Dan Ju Jutsu ,Antonio Montes,6º Dan Taekwondo, Darío Dossio 7º Dan Tai Jitsu, etc....

Técnicas y demostraciones.


(Se abre una nueva ventana)

 

Artículos sobre la Budo Gala 2007:

Con motivo de la organización anual de la cita de los budoka en las convenciones internacionales de artes marciales-budo galas, este año incrementada por estar en el calendario de seminarios anuales de la European Ju Jitsu Union, celebré a su vez mis 40 años de budo.

A lo largo de estos años ha habido muchas horas de practica, muchos seminarios para aprender allí adonde fuera necesario y en las últimas décadas muchos cursos impartidos, siempre buscando el do personal y esta búsqueda personal sin proponérmelo ha beneficiado en crear inquietudes a otros budoka.

Esta celebración del 40 aniversario de budo estuvo rodeada de muchos amigos - maestros en budo, tanto de ámbito nacional como internacional , pues acudieron maestros de cinco países. en el tatami había mas de 400 dan y mas de treinta maestros altos grados.

Enumerarlos a todos sería alargar mucho este articulo, pero por su edad y grado en budo podemos citar a Santiago Sanchís 10º Dan Jukaikido, Juan Díaz 10º Dan Kaisendo, Franz Knalf 8º Dan Ju Jutsu, Charlie Lenz 8º Dan Ju Jutsu, José Luis Isidro 8º Dan Kenkido, Antonio Enjuto 8º Dan Ju Jutsu, Raúl Gutiérrez 8º Dan Kenpo, Luis Fernando 7º Dan Ju Jutsu ,Antonio Montes,6º Dan Taekwondo, Darío Dossio 7º Dan Tai Jitsu, Karld H. Bergers 6º Dan Ju Jutsu, José Luis A. Herrera, 6º Dan Ju Jutsu, Wladimiro Martín 6º Dan Judo, Abilio Navarro, 6º Dan Judo, José Julio Gómez 6º Dan Judo, Juan C. Álvarez, 6º Dan Kajukempo, Jorge Cuevas 6º Dan Ju Jutsu , Fernando Gomez 6º dan Ju Jutsu y así hasta mas de treinta maestros.


Foto de grupo

Uno a uno fueron presentados los maestros y nos deleitaron con una técnica especial, así transcurrió el tiempo establecido para el evento. Acto seguido se realizó un certamen de Waza y finalizó el acto con las fotos y entrega de diplomas.

Para finalizar el aniversario se realizó una cena en la cual se dieron unas distinciones a los maestros extranjeros y personalidades del budo nacional, un acto que resultó muy agradable para los asistentes y un recuerdo imborrable para mi.

Esta meta de organizar mi 40 aniversario de budo, fue un homenaje a los amigos - maestros que me han ayudado en mi do a lo largo de este tiempo, a su vez no hay que olvidar a los uke que han colaborado conmigo en libros, artículos, videos, seminarios y demostraciones llevados a cabo durante este tiempo.

Gracias a todos los que asistieron y a los que quisieron estar y por diversos motivos no pudieron acudir.

Meta realizada y comienzo de nuevos proyectos a llevar a cabo en esta mi forma de vida, las budo.

Pedro R. Dabauza


40 Aniversario de Pedro R. Dabauza

El pasado sábado día 10 de marzo se celebró en el Polideportivo de Vicálvaro la décimo segunda Convención Internacional de Artes Marciales Budo Gala 2007. Se trataba del seminario de la European Ju-Jitsu Union. Pero también se celebraba el 40 aniversario de Pedro Rodríguez Dabauza en las budo.

Tanto tiempo dentro de lo que definimos como las budo, es mucho tiempo sin duda y sólo se puede felicitar al que tanto lleva en ello. Uno que todavía no ha alcanzado tan larga singladura, no obstante, recuerda que, de todos los que nos reunimos en el Polideportivo Vicálvaro, quizás fuera de los que conoce al maestro Dabauza desde hace más años. Coincidimos en el Gimnasio Samurai de la calle Diego de León allá en la década de los 60.
Recuerdo que acudí de la mano de mi madre para apuntarme a la clase de yudo. Yo vivía en la otra punta de Madrid (en Caño Roto; o sea, en la calle Gallur, frente a las chabolas) y aún era joven, por lo que me integré en la clase de yudo infantil, en la que coincidí, por ejemplo, con Ángel Luis García Balcones, hoy director de la franquicia Body Factory. La clase la impartía el maestro Rafael Ortega.
Un día, estaba yo practicando yudo con ‘Peñas’, que era un trasto y no dejaba de dar la lata. Ortega nos castigó a los dos a quedarnos a la siguiente clase: la de los mayores. Yo había oído hablar de esa clase y pensaba que en ella entrenaban auténticos héroes. Así es que Ortega me indicó que llamara por teléfono a mi casa para explicar que llegaría más tarde por estar castigado. Cuando empezó la clase no podía dar crédito a lo que veían mis ojos. Yo estaba en el mismo tatami que José María Campo, Tresguerres, Chus Rivas, Chus Cortés, Rafael Hernando, Alfonso de Lucas, José Juan Hernández, Juan Tablada, Rolando Sáinz de la Peña, Jesús Villa… Eran yudocas excelentes, muchos de ellos campeones de España o de Castilla y para mí eran poco menos que legendarios; eran héroes. Allí también estaba Pedro Rodríguez Dabauza.

Yo que era un alumno apocado y muy aplicado, a partir de aquel día en que por culpa del trasto de ‘Peñas’ fui castigado a entrenar en la clase de lo mayores pasé a ser el más travieso. Aquel dulce castigo de entrenar con los mayores pasó a ser el motivo de que fuera a mis clases como el más revoltoso de los yudocas. Era como entrar en otra dimensión. Claro que Ortega, que nunca ha andado corto de psicología, enseguida detectó el asunto. No tardó en reunir a los zangolotinos de mi quinta que empezábamos a despuntar (y a amenazar el buen clima de trabajo de la clase de yudo infantil), para hacernos una fabulosa propuesta: “vosotros queréis entrenar con los mayores, ¿verdad?”
Desde aquel momento se puede decir que compartí tatami con personas como las citadas anteriormente, entre las que se encontraban Pedro Rodríguez Dabauza. Claro que también es cierto que casi me quedo en el camino cuando el maestro Ortega pasó al Banzai. Yo seguía siendo un adolescente atolondrado y no me enteré de la masiva partida de yudocas que seguían a Ortega en su marcha a… A la otra punta de la calle. Porque, realmente, se marcharon del Samurai (en la boca de Metro de Diego de León) al Banzai (en al siguiente boca de Metro, la de Núñez de Balboa).
A la vuelta de unas vacaciones de verano mi mundo se desmoronó. La secretaria del Banzai me aseguró que Rafael Ortega se había quedado en Francia pero que podía seguir practicando yudo con Rafael Hernando. Pasé a la clase y no encontré mi grupo de amigos. Tampoco encontré un recibimiento muy amistoso pues recuerdo que el bueno de Hernando parecía dispuesto a medirme en todo momento con un muchacho muy fuerte que había en esa clase y que tenía un par de años más que yo. Se trataba de Amadeo Valladares Álvarez, hoy experto maestro de la escuela Butoku (Mugen Ryu). Andaba yo cabizbajo en uno de los grandes paseos que me daba antes de decidirme a entrar en el gimnasio. Salía del colegio y un autocar me dejaba muy cerca, pero muy temprano. Solía hacer los deberes en alguna cafetería mientras tomaba un bollo y un vaso de leche. Aquel día guardé el dinero para otros menesteres y caminé más de lo normal; llegué un poco más lejos. Siempre he sostenido que el hambre es la precursora de grandes descubrimientos. Yo no andaba muy hambriento, pero había sacrificado la merienda y algo debió tener que ver. A lo lejos descubrí como en una visión a mi compañero de fatigas Carlos Javier García Balcones. Le grité como un poseso hasta que me escuchó y vino a verme. Lo primero que hizo fue preguntarme por qué ya no iba a yudo. Yo le recriminé que eran ellos los que ya no iban. Fue entonces cuando me explicó que todos seguían en el Banzai. Ese mismo día, en ese mismo momento (a los pocos minutos) bajé por primera vez las escaleras del local o edificio que más importante ha resultado en mi vida. Allí estaba Rafael Ortega y allí me reencontré con mis amigos. ¡Ya ha llovido!
Espero que se me perdone esta crónica y la notable inclinación a la nostalgia. La historia la he escrito para ilustrar de donde viene mi amistad con Pedro Rodríguez Dabauza, al que por entonces llamábamos cariñosamente Peter Bonete –pero no voy a explicar por qué, que os lo explique él si quiere-; una amistad que surgió hace unos 35 años. ¡Qué viejos nos vamos haciendo! 

La Convención.

En cuanto a la convención, diré que no pude acudir a primera hora, como era mi deseo. El compromiso era fuerte y tenía convocada una de nuestras mañanas del YU. Así es que al salir del Polideportivo Castillejo, en Parla, sin quitarme el pantalón del yudogui, me fui disparado hacia Vicálvaro. Allí me encontré un extraordinario ambiente y a multitud de altos grados conocidos. También a muchos amigos yudocas de todas partes. Pedro me presentó a la cúpula de la European Ju-Jitsu Union (EJJU) a la que pertenezco. Ya conocía al austriaco Franz Knafl (8º Dan), de una Budo Gala en el colegio Aristos de Getafe. También me presentó al suizo Charlie Lenz (8º dan), ambos vicepresidentes de esta entidad. 

A pesar de haber llegado tan tarde, pude asistir a la exhibición del famoso maestro de kempo, Raúl Gutiérrez. Luego se me propuso explicar alguna técnica a mí también. Con mi maltrecha rodilla, pendiente de intervención, decidí aplicarme sobre algún control de ne-uasa. Mi elección fue muy celebrada pues, al parece, los maestros que habían intervenido no habían explicado nada en suelo. Así es que el sencillo de trabajo propuesto desde sankaku (triángulo) gustó.
Luego hubo un pequeño certamen de diferentes estilos. Cuatro animosas alumnas de David Moronta, a las que felicito desde aquí por su espíritu, realizaron diversas muestras de kata de yudo. Luego hubo ocasión de comprobar el espíritu juvenil de los maestros Antonio Enjuto y Raúl Gutiérrez que se brindaron a participar en el certamen. El ganador fue, finalmente, Raúl Gutiérrez.

Artículo publicado en la web Yudiario del Maestro Wladimiro Martín. 

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